Si tienes la mala fortuna de ser una de las muchas víctimas de situaciones personales desfavorables que les impiden afrontar sus deudas, o si por lo contrario quieres reclamarlas a aquellas que sí dispongan de recursos pero dilaten el pago, necesitas un abogado. Los problemas de solvencia a causa de estafas bancarias, decisiones empresariales desventuradas o circunstancias desgraciadas son muy habituales. No tienes por qué seguir sufriendo. Todo tiene solución bajo la cobertura legal adecuada. De igual modo, si estás siendo víctima de una situación de abuso en la que se niegan afrontar las responsabilidades que previamente habían acordado contigo, y además lo hacen alegando argumentos falsos, puedes ponerle remedio ante los tribunales. No obstante, negociar este tipo de situaciones es complejo y, para ello, necesitarás del asesoramiento de abogados deudas.
Uno de los remedios más frecuentes para los que puedes requerir los servicios de un abogado es el de negociar la refinanciación de las deudas. Se trata de la solución más satisfactoria para aquellas personas que durante un tiempo eran capaces de afrontar sus responsabilidades pero que, tras diversos traspiés económicos, ya no se ven en la misma situación de bonanza. Hay multitud de opciones que pueden servir como vehículo para adecuar tu nueva situación, tales como hacer frente a los pagos de acuerdo con tu nuevo nivel adquisitivo, bien a través de préstamos hipotecarios o concesiones de crédito a nivel particular o empresarial.
Gracias al concurso de un especialista en estas cuestiones, se podrá llegar a un entente que permita hacer frente a las responsabilidades con justicia. Esta medida garantiza que las dos partes obtengan un final satisfactorio para el conflicto. De ese modo, el deudor logra obtener un respiro para adaptar las condiciones de pago a sus problemas. A partir de ese momento, podrá ir haciéndoles frente gracias a una renegociación de los créditos que le dé la posibilidad de establecer un plan de pagos razonable, al mismo tiempo que el acreedor consigue cobrar todo o parte de lo adeudado sin recurrir a los tribunales, que es un proceso largo y complicado.
Para obtener resultados positivos en la renegociación de una deuda, es preciso valorar diversas cuestiones como, por ejemplo, dar el primer paso de manera firme y segura. Tomando la iniciativa te asegurarás de generar confianza. Es imprescindible, así, establecer una comunicación con el acreedor mostrándole la disposición de afrontar las deudas contraídas. No se pretende en ningún caso escurrir el bulto, sino llegar a un punto de entendimiento provechoso para ambos extremos.
La llamada Ley de Segunda Oportunidad ofrece la posibilidad a las personas cuya situación quepa calificar como sobreendeudadas de renegociar sus deudas con los bancos. El objetivo es llevar a buen término aquellos contextos dificultosos en los que la reestructuración no resulte factible. Lo que se busca, pues, es empezar de cero liquidando los activos para cancelar de forma completa las deudas. Se trata de una medida extraordinaria para situaciones extraordinarias.
Los abogados deudas también pueden actuar en el caso inverso: cuando el acreedor está siendo estafado. Podrán recurrir a ellos empresas o particulares. En numerosas ocasiones se evita tomar esta iniciativa ante la seguridad de que no servirá de nada. Se entiende que si la persona no paga es porque carece de posibles y, en consecuencia, es inútil reclamar por vía judicial lo que corresponde. No obstante, esto no es siempre así, ya que hay personas que se declaran insolventes de forma irregular, ya que sí cuentan con posibilidad de hacer frente a sus obligaciones. Pero, ¿cómo gestionar esta reclamación?
Tras la explosión de la crisis, a menudo hay quien alega sus efectos para evitar pagar lo que debe. Por desgracia, muchas personas se ven de verdad en esa circunstancia, pero hay otras que se aprovechan. Esta trampa puede desenmascararse en los tribunales. Es así cuando el juez investiga mediante la oficina de averiguación patrimonial y verifica que lo que el deudor alega es mentira. De esta manera, es preciso iniciar la vía de reclamación judicial de deudas para conocer si el deudor carece o no de bienes. En la actualidad, hay dos clases de procedimientos para cumplimentar con este trámite:
¿Te ves reflejado en alguno de los escenarios expuestos anteriormente? Si es así, no hay duda, necesitas un abogado. Deudas y demás problemas serán problema del pasado con la asistencia correcta. ¡Ponte ya en manos de profesionales!