Puede que hayas escuchado hablar alguna vez sobre el suelo hipotecario o que tengas algún problema relacionado con este concepto. Si necesitas una explicación breve y sencilla para saber qué es una cláusula suelo, ésta es tu guía. El suelo hipotecario es una cláusula que establece un interés mínimo a abonar por una hipoteca pese a que la suma del diferencial y del valor del índice de referencia (que, habitualmente, es el euríbor a 12 meses) sea menor al límite fijado.
En otras palabras, la cláusula suelo define cuál es el interés más bajo que se sobrepondrá a una hipoteca variable en el supuesto de que una caída de los índices de referencia mermen los tipos. Suelen figurar en la letra pequeña del préstamo hipotecario. Eso sí, es frecuente que el término exacto con el que aparezcan no sea “cláusula suelo”. En estos casos aparecerá disfrazado bajo algún tipo de jerga técnica.
El mayor problema de tener una cláusula suelo en la escritura hipotecaria es que las cuotas de la hipoteca variable no se abaratan. Es decir, no pasan a ser menos costosas aunque el euríbor cotice a la baja, como sería lo normal. De existir cláusula suelo, dado que el interés está reducido a un mínimo insoslayable, éste no pasará de ese valor. Y esto será así por más que caiga el euríbor u otro indicador al que esté vinculado el préstamo.
Para que tengas una referencia práctica de cómo influye este condicionante a una hipoteca, piensa en el siguiente caso. Imagínate que tienes delante una hipoteca de 150.000 euros a 25 años, y que el interés de euríbor es + 1 %. Pues bien, de existir una cláusula suelo del 3,00 %, se pagarían 711 euros, mientras que sin ella el precio sería de 481 euros. La diferencia, por tanto, asciende hasta los 200 euros mensuales. De este modo, si luchas legalmente para retirar retirar la cláusula suelo de tu contrato hipotecario, obtendrías un ahorro significativo. Ten presente que ya hay muchos ciudadanos tomando esta clase de iniciativas en los juzgados. Y obteniendo, además, victorias importantes. ¡No estás solo!
El suelo hipotecario carece de valor sobre las hipotecas fijas, puesto que su interés no está vinculado a ningún índice, conservándose así inalterable a lo largo de todo el plazo. Por tanto, la cláusula suelo es exclusivas de las hipotecas a tipo variable. En consecuencia, sus efectos fueron nulos sobre los préstamos hipotecarios a tipo fijo. Esto es así porque se tratan de unos productos cuyo interés no está vinculado a indicadores, caso del euríbor o el IRPH. Es más, gracias a que el tipo aplicado sobre estas hipotecas es inalterable, sus cuotas no pueden variar a lo largo del plazo. Tanto es así que limitar el interés en ese supuesto sería inútil.
Un importante número de hipotecados continúa abonando cantidades extra por culpa de la cláusula suelo de manera inconsciente. Para evitar formar parte de este desgraciado grupo de gente, debes comprobar si llevas pagando desde 2009 las mismas cifras mensuales. De ser así, tu alarma puede saltar, ya que es una de las claves para saber si estás atado al suelo hipotecario. Nos referimos al año 2009 porque desde entonces el euríbor ha mermado constantemente. Si tu hipoteca es variable y has pagado siempre lo mismo, ya sabes a qué te enfrentas.
Sin embargo, el método más efectivo para constatar si hay un suelo en una hipoteca es leer la escritura del préstamo. Ten en cuenta, antes de nada, que ese documento es distinto a la escritura de la propiedad. Más exactamente, debes observar si bajo el epígrafe “interés” o “tipos de interés” está fijado un límite mínimo al tipo aplicado. Es ahí donde se contempla la existencia de tipos de interés. Ahora bien, dado que la explicación puede ocupar varios párrafos, es crucial que no haya ninguna trampa legal que te lleve a engaño. ¿Quieres saber cómo comprobarlo?
Cuidado al firmar el contrato. Al revisarlo, es habitual no detectar ningún párrafo en el que figuren las palabras “cláusula suelo” o “suelo hipotecario”. Si se establece así en la escritura, aparecerán, pero no de forma exacta y reconocible. A continuación, te dejamos un listado con las fórmulas más socorridas por las entidades financieras. Gracias a ellas pueden incluir un límite mínimo haciendo que pase desapercibido:
Otra manera de saber si estás sujeto a cláusula suelo es chequear los recibos de la hipoteca. Allí se ha de exponer de forma clara el tipo de interés aplicado en el préstamo.
Si tienes alguna duda sobre la cláusula suelo, ponte en contacto con los mejores especialistas legales para asesorarte. Se trata de un tema intrincado en el que necesitarás guía y consejo. Cuanto antes te pongas en manos de un abogado, antes resolverás tus problemas. En tuAppbogado podemos ayudarte. ¡Contáctanos!