¿Qué ocurre si te niegas a realizar la prueba de alcoholemia?
Es bastante frecuente ver, mientras circulamos por carretera, controles de alcoholemia organizados por la policía o por la Guardia Civil. Seguro que, alguna vez, te has cruzado con alguno. O puede incluso que, como conductor, hayas tenido que someterte a una prueba de alcoholemia.
Si no has bebido alcohol, esto no supondrá ningún problema para ti. Pero si vuelves de una noche de fiesta o acabas de terminar una comida con amigos, quizá te preocupe enfrentarte a este control. Y es que las consecuencias de superar los límites establecidos no son precisamente leves. Pero peor aún, sin duda, será tratar de evitar ese control. Te contamos por qué, a continuación.
¿Puedo negarme a hacer el test de alcoholemia?
La respuesta es clara y somos tajantes al dártela: no puedes negarte a realizar la prueba de alcoholemia, bajo ninguna circunstancia. Concretamente, son tres las situaciones más comunes en las que tendrás que asumir esta obligación como conductor:
- Si has cometido una infracción y aparentas estar bajo los efectos del alcohol.
- Cuando te encuentras en tu ruta con un puesto de control preventivo.
- Si te has visto envuelto en un accidente de tráfico.
En este último caso, además, deberán someterse al control todos aquellos usuarios de la vía que las autoridades consideren que están implicados en el accidente.
¿Y qué me ocurrirá si decido negarme a realizar el control?
Negarte a realizar las pruebas de alcoholemia, o de detección de drogas, cuando un agente de la autoridad te lo solicite constituye nada más y nada menos que un delito tipificado en el artículo 383 del Código Penal.
Y, aún más importante, las penas previstas son, en este caso, mayores que las establecidas por conducir bajo los efectos del alcohol. Parece, entonces, absurda la negativa, ¿verdad? Esas penas pueden ser la prisión (entre seis meses y un año) y la privación del derecho a conducir (entre un año y cuatro años).
Hay varias razones que explican por qué son tan duras las penas para aquellos que no quieren someterse a un control de alcoholemia:
- El hecho en sí se considera un acto desobediencia a la autoridad, considerado también delito.
- Se entiende que, efectivamente, se está realizando una conducción bajo los efectos del alcohol.
- Implica también un delito contra la seguridad vial.
¿Por qué se acumulan tantos delitos por el simple hecho de no realizar la prueba? Básicamente, esto responde a la picaresca de muchos conductores antes de la reforma del Código Penal. En no pocas ocasiones, decidían evitar el control porque sus consecuencias eran menores a las que acarreaba conducir bajo los efectos del alcohol. Ahora, esto ya no es así.
El delito de desobediencia en el contexto de un control de alcoholemia
Por seguridad jurídica, en cualquier caso se ha de garantizar que la persona conoce la situación y es consciente de sus actos, para que se la pueda condenar por ellos. Por eso, lo que establece la ley es que deben darse una serie de requisitos para que un conductor pueda ser condenado por un delito de desobediencia al negarse a realizar la prueba de alcoholemia:
- El policía o guardia civil debe requerir de forma expresa al conductor que se realice la prueba.
- Ha de existir una negativa clara y directa por parte del conductor.
- El agente ha de informar al conductor de que su negativa puede acarrear consecuencias penales.
- Tras ello, el conductor ha de persistir en su negativa.
Por todo lo que te hemos contado, nuestra recomendación es que nunca te niegues a realizar un control de alcoholemia. Incluso aunque seas consciente de que el resultado va a ser positivo. Evitando el test también pueden condenarte, aún con más dureza, pudiendo incluso la autoridad inmovilizar tu vehículo y proceder a tu detención.
Si esto te ocurre, o si te queda alguna duda sin resolver, no lo dudes y ponte en contacto con uno de los abogados que puedes encontrar en tuAppbogado. ¡Están a tu disposición!