El despido objetivo y las causas que lo justifican
En ocasiones, los trabajadores pueden ser despedidos sin que el motivo de dicha acción esté relacionado con su propio comportamiento o desempeño laboral. En tal caso se da un despido objetivo, que es la extinción de forma unilateral por parte del empresario de la relación laboral que le unía al trabajador sin que pueda ser justificada ninguna causa de carácter disciplinario.
Dicho de otro modo más sencillo, un despido objetivo es aquel en el que el trabajador no tiene la culpa de la situación que causa su despido, que puede deriva de otros motivos que veremos a continuación. Se trata, no obstante, del más frecuente de los tipos de despidos laborales que hay.
Muchas veces puede ser considerado como un despido improcedente o enmascara un despido nulo. Esto sucede en los casos en los que la empresa no cumple los requisitos formales que se establecen en el artículo 53 del Estatuto de los Trabajadores.
Posibles causas del despido objetivo
La reestructuración de equipos, la falta productividad de la empresa o la pérdida de clientes podrían ser algunos de los motivos que podría exponer la empresa en un despido objetivo, pero también puede influir la capacidad (o más bien, la ausencia de ella) del trabajador para desempeñar su cargo, así como las faltas justificadas pero intermitentes.
1) Ineptitud del trabajador
Entendemos por ineptitud la falta de condiciones legales, psíquicas o físicas para la correcta realización de un trabajo. Para que dicha ineptitud sea admitida como alegación del despido objetivo no podrá ser anterior a la finalización del periodo de prueba. Además, debe que cumplirse que la ineptitud sea relativa a todo el trabajo que realiza el trabajador (no a una parte o circunstancial), que sea verdadera y no disimulada, y siempre referente a las cualidades del trabajador.
2) Falta de adaptación a nuevas técnicas
En caso de que las técnicas necesarias para el desempeño de un trabajo sean modificadas, el empresario deberá ofrecer al trabajador un curso de formación para que este aprenda los nuevos procedimientos, el cual estará considerado como trabajo efectivo, tanto en horario como en salario. Si tras este curso formativo de reciclaje, y pasados dos meses desde la introducción de la modificación, el trabajador no es capaz de afrontar su labor, podrá ser despedido.
3) Faltas de asistencia al trabajo justificadas
Las faltas de asistencia justificadas al puesto de trabajo, ocurridas de forma intermitente, pueden constituir un motivo de despido objetivo si alcanzan el 20% de las jornadas hábiles en dos meses consecutivos, dándose una serie de condiciones.
4) Escasez en la dotación presupuestaria
Las entidades sin ánimo de lucro con trabajadores con contratos indefinidos, podrán hacer uso del despido objetivo en caso de que estos dependan de la ejecución de planes y programas públicos concretos financiados por las Administraciones Públicas, sin dotación estable.
5) Causas técnicas, organizativas, económicas o de producción
La empresa también puede alegar para un despido objetivo cuestiones como los resultados económicos negativos de la misma y situación de pérdidas (si los ingresos o ventas durante dos trimestres son inferiores a los del mismo trimestre del año anterior), así como cambios en los métodos y sistemas de organización, en los instrumentos o medios de producción o en las necesidades productivas derivadas de un cambio de demanda.