El divorcio es la figura legal que define la ruptura definitiva del matrimonio. Ésta solo se puede dictaminar mediante sentencia firme, y después de ella la pareja sólo podría rehabilitarse contrayendo matrimonio de nuevo (a diferencia de lo que ocurre con la separación, que prevé la posible reconciliación). Durante su procedimiento, el divorcio exige del concurso de asistencia legal por ambas partes. Dicha asistencia ha de estar representada por abogados cuya especialidad sea, preferiblemente, el derecho matrimonial. Además, también se requiere la participación de un procurador. La actual legislación en vigor diferencia dos clases distintas de divorcio: de mutuo acuerdo o contencioso. En el primero se llegar a un acuerdo con la otra parte, mientras que en el segundo un miembro de la pareja toma la determinación por su propio pie. Los trámites diferirán en función del tipo de divorcio. ¿Quieres saber cuáles corresponden a cada caso?
El divorcio de mutuo acuerdo requiere en su comienzo de la presentación de un escrito de iniciación que debe tramitar tu abogado. De acuerdo con las exigencias de la ley, dicho escrito ha de ir acompañado por los siguientes documentos:
Este último apartado tiene vital importancia. Se trata del documento nuclear en esta clase de procesos. Informa de los pactos que se establecen antes del divorcio y que se deben cumplir tras su sentencia. Para afinarlo será, por tanto, preciso que la pareja llegue a un acuerdo, con la participación y supervisión de sus abogados. De acuerdo con la ley, el convenio regulador debe establecer varias circunstancias. ¿Quieres saber cuáles son?
Las partes que fija el convenio regulador son varias. En primer ligar, dictamina el miembro de la pareja a quien se atribuye el cuidado de los hijos. En el supuesto de que la custodia no sea compartida, establecerá asimismo el régimen de comunicación y estancia de los hijos con el miembro de la pareja que no los tenga bajo su techo.
De igual modo, también se fijará el régimen de visitas y la política de comunicación con los distintos miembros de la familia, como los abuelos. Todo ello sin olvidar cuestiones como la pensión alimenticia. Fuera del ámbito de los hijos, este documento refleja cuál de las dos personas queda con la vivienda y el ajuar familiar (el mobiliario, los objetos compartidos, etc). Además, asienta la posible pensión compensatoria, en caso de que se den las circunstancias para ello.
Otro de los puntos que recoge el convenio es la liquidación del régimen económico matrimonial. En él constará todo el patrimonio que se haya formado a lo largo del matrimonio.
Cuando se haya presentado debidamente el convenio, el juzgado lo admitirá y citará a la pareja. Ésta ratificará ante el juez lo acordado. Si se entiende que hay algún defecto de forma, se concede diez días de plazo para rectificar la documentación. También es posible que el juez llame al estrado a los hijos para valorar si lo previsto en el convenio en cuanto a su custodia es lo más adecuado. Por último, el tribunal dictará la sentencia de divorcio, aprobando de forma total o parcial el convenio.
Si el divorcio se inicia por vía unilateral, cada cónyuge precisará de un abogado y procurador propio. Para iniciar el proceso, la ley determina que se ha de presentar una demanda en los juzgados. Ésta ha de llevar adjunta los certificados de inscripción del matrimonio y nacimientos de los hijos, documentos en que se funde el derecho de la demanda y la solicitud de las posibles medidas a tener en cuenta. El escrito de la demanda abarca todas las cuestiones que están previstas en el convenio regulador, sólo que en este caso adaptadas al derecho del demandante.
Las medidas que se fijen son de vital relevancia. Se trata de un procedimiento de largo recorrido, y hasta que haya una sentencia firme es necesario dictaminar quién se quedará con los hijos, el ajuar familiar y demás conceptos. La parte demandada tendrá que presentar mediante abogado y procurador una contestación a ese escrito en el plazo de 20 días posteriores a la notificación. Más tarde, el juez citará a las dos partes para la celebración del juicio.
Durante el juicio es crucial la presencia de los abogados. Allí se tomarán lasa decisiones oportunas con respecto a las medidas. A continuación se atenderán las peticiones de la parte demandada. Cabe la posibilidad de que se llame al estrado a los hijos si son mayores de 12 años. Una vez escuchadas todas las partes, sólo queda la sentencia. Una vez notificada, se hará efectiva a los 5 días y el matrimonio quedará disuelto.
Todas estas complicaciones anteriormente referidas hacen imprescindible que todas las partes cuenten con asistencia legal. Sólo así se contará con las garantías necesarias para que el divorcio llegue a término de la mejor manera posible. ¿Te preguntas si necesito un abogado para divorciarme? Sea o no de mutuo acuerdo, siempre debes contratar a un abogado para acudir al juzgado.