¿Es posible desheredar a un hijo, cónyuge u otros herederos?
La desheredación consiste en revocar a un heredero su derecho de recibir la parte correspondiente de la legítima. Sin embargo, no se puede desheredar hijos, cónyuge u otros familiares meramente por capricho. Para desheredar a alguien hay que hacerlo a través del testamento y basándose siempre en una serie de causas establecidas por la ley.
En caso de que el testamento indicase que el fallecido había decidido desheredar hijos u otros herederos forzosos, pero no señalase las causas, o que especificando causas no pudiesen ser probadas o fuesen diferentes a las legales, dicha desheredación quedaría anulada. Por tanto, se puede desheredar hijos, pareja o familiares pero no por simple voluntad.
Si un heredero legítimo ha sido desheredado y trata de negar la causa, el resto de herederos podrán justificar la veracidad de dicha causa ante el juez. Dado un caso de desheredación, no tendrá validez el reparto del tercio de la legítima, pero no afectará al resto de disposiciones del testamento, ni a las otras partes de la herencia, como por ejemplo el tercio de mejora.
Consecuencias de desheredar hijos u otros herederos
Si el testador ha indicado su voluntad de desheredar a un heredero y queda probada que la causa es legal, entonces este perderá la parte de la herencia que le correspondiese. Los bienes correspondientes a la legítima de la persona desheredada irán a sus hijos o descendientes, ya que estos sí conservarán los derechos que pertenecían a su progenitor desheredado, a menos que el testamento también se los revoque.
Sin embargo, al desheredado no le podrán ser revocadas las donaciones que el testador le hiciese en vida, a no ser que la causa de la desheredación sea precisamente causa de revocación de dichas donaciones.
En caso de que el testador y el desheredado se reconciliasen después de que el primero realizase el testamento, y esto pudiese ser probado, la desheredación podría perder su efecto.